- Un verdadero servidor de Dios no reconoce otro país más que el cielo.
- Si de verdad deseas ser santo, nunca te muestres a la defensiva, reconoce siempre tu falta, incluso si lo que se te acusa no es cierto.
- Aquel que persiste en el camino del odio, el conflicto y del espíritu amargo, tiene una buena muestra del ambiente del infierno.
- No hay nada más peligroso para la vida espiritual que querer regir nuestras vidas siguiendo nuestra propia forma de pensar.
- No odies a nadie. Dios nunca va donde no hay amor por el prójimo.
- La duda es una debilidad que tal vez nos dé tregua, pero rara vez paz; sólo la humildad resulta vencedora.
- Fuérzate a ser obediente, incluso en las más pequeñas cosas que parecen intrascendentes; así te resultará más sencillo ser obediente para las cuestiones más grandes.
- Lee con frecuencia las vidas de los santos en busca de inspiración e instrucción.
- Para perseverar en la vida de la fe, aprende prudencia; no podemos hacerlo todo de una vez ni hacernos santos en cuatro dí
- La alegría fortalece el corazón y nos ayuda a perseverar. Un servidor de Dios debe estar siempre de buen ánimo. La caridad y la alegría, o la caridad y la humildad, deben ser nuestra consigna.
- Obtén humildad a través de confesiones sinceras y frecuentes.
- La piel de la vanidad está bien sujeta a nuestros corazones y es doloroso desollarla. Cuanto más profundizamos en la carne viva, en lo auténtico de nuestros corazones, más áspera se vuelve la piel y más difícil de soportar.
ORACIÓN
Señor Dios nuestro, que nunca dejas de glorificar la santidad de quienes con fidelidad te sirven, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de San felipe Neri. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Víctor Gainza
Extraído de las máximas de San Felipe Neri
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