María en la Iglesia (3ra parte)

ENCUENTROS DE FORMACIÓN CATÓLICA

El tema de hoy es: María en la Iglesia en su tercera parte

¡Hola! Que bien que sigues con nosotros con este tema tan apasionante y es hablar de María la Madre de Jesús, dentro del contexto de la Iglesia.

En esta última parte veremos a María en una dimensión que se estudia más en los círculos Teológicos y Bíblicos, pero poco explorada parroquialmente. Veremos a una María ya en el Orden de la Gracia, ósea, en el cielo. Así lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 966 en adelante. Le pido al Espíritu Santo a que me ayude a que lo exprese en términos simples.

Hablamos en videos anteriores de María como Madre de Dios y en la Iglesia, si no lo has escuchado todavía, en el video aparecerá un link para que puedas escucharlos.

Ya vimos como la Virgen María era favorecida por Dios al recibir toda la gracia, tal como nos anunció el Angel del Señor y al llenarse del Espíritu Santo, llevó también esa gracia a su prima Isabel quedando ella, su familia y su casa bendecida por su presencia.

La vimos actuando intercediendo con Jesús, por una pareja en una boda que se habían quedado sin vino, indicándonos el modelo mas perfecto de obediencia, diciendo que “hagamos lo que El diga”.

También la vimos con una fortaleza digna de toda madre, viendo sufrir a su hijo en la cruz, permaneciendo con él y siendo obediente hasta el final como él, ya que ambos tenían una misión en el proyecto de Salvación de Dios.

No se quedó sola ni desamparada, sino que su propio hijo la protege y le da otra misión. Le entrega a ella al discípulo amado (quien nos representa a todos los que formamos parte de la Iglesia) y es entregada al mismo discípulo, para que la acoja como madre espiritual de todos. 

Seguimos entonces recordando que María estaba al pie de la Cruz, cumpliendo lo profetizado por el anciano Simeón, cuando en el templo al momento de presentar a Jesús según lo mandado por la Ley, él da gracias a Dios por cumplir lo prometido, les bendice y le profetiza a María que una espada le atravezará el alma y allí se verán las intenciones de las personas.  

Sabemos que fueron bien claras las intenciones, que con la mas horrible forma de muerte que había en el momento, Jesús muere desnudo, desfigurado por los golpes y humillado, ya que estando entre dos ladrones, tiene un mensaje mandado a hacer por Pilatos y que decía: He aquí el Rey de los Judíos.

Un poco mas adelante, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, encontramos a María con los Apóstoles y en asidua oración hasta la llegada del Espíritu Santo en Petecostés.

A partir de aquí, no sabemos más de María en su vida publica. Fíjense en todo lo que ha venido representando María en estos tan cortos espacios y no se pueden inmaginar lo que falta.

Después de este breve resumen, pasamos a buscar lo que nos dice la Sagrada Escritura sobre María.

Para no extenderme demasiado con el contexto, les invito a leer en casa el libro del Apocalipsis 11,15-18 y les pongo ahora en el contexto de esa lectura: se da el séptimo toque de trompeta, Jesús está en el cielo revestido de poder y Gloria, y en plena disposición de hacer justicia según lo profetizado.

Busca ahora tu biblia en el libro del Apocalipsis capítulo 11,19. Leemos:

“Y se abrió el templo de Dios en el cielo y en el Templo apareció el arca de su alianza; y se produjeron relámpagos, fragor de truenos, un terremoto y un fuerte granizo.”

Podemos observar aquí 2 elementos resaltantes de todo lo que podemos decir sobre eso:

  1. “Se abre el templo de Dios en el cielo”. Vemos aquí que, con la presencia de Jesús Glorificado en el cielo en presencia de Dios Padre, se abre lo que se nos ha prometido a todos aquellos que cumplimos la voluntad de Dios y lo dicho por Jesús.
  2. “En el Templo apareció el arca de su Muchas cosas se pueden decir aquí, pero fundamentalmente en el mismo templo donde mora Dios en el cielo y donde está ya Jesús, aparece el arca y recalcando lo que está escrito, dice de SU alianza, por tanto es muy importante esa arca. Lo otro que debemos recordar, es lo que hemos aprendido en encuentros anteriores, María representa a esa arca, ya que ella llevó al que representa la nueva ley – que es Jesús-, que llevaba el Maná, que es el pan bajado del cielo y la vara de Aaron, que representa la autoridad sacerdotal y poder dado por Dios. Entonces María está en el cielo, junto a Jesús en el templo donde mora Dios Padre.

 Continuamos las lecturas del libro del Apocalipsis y sigamos al capítulo 12,1-ss Leemos.

“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Está encinta y grita al sufrir los dolores del parto y los tormentos de dar a luz.

Apareció entonces otra señal en el cielo: un gran dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas.

La cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se puso delante de la mujer, que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.

Y dio a luz un hijo varón, el que va a regir a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.

Entonces la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que allí la alimenten durante mil doscientos sesenta días.”

Siendo este capítulo 12 y en general todo el Apocalipsis, que esta lleno de simbologías que tardaría mucho explicar, solo tocaremos 3 puntos sobre María.

  1. Recordamos cuando el profeta Isaías anunció que Dios daría una señal, que la Virgen estaba embarazada y daría a luz a un niño, pues bien tenemos otra señal de Dios sobre esa mujer y es que aparece en el cielo “vestida de sol y una luna a sus pies.” Aplicando la figura de la mujer a la Iglesia escribía San Gregorio Magno, cito textualmente: «El sol representa la luz de la verdad, y la luna la mutabilidad de lo temporal; la Iglesia santa está como revestida de sol porque es protegida por el esplendor de la verdad sobrenatural, y tiene la luna bajo sus pies, porque está por encima de los bienes temporales» (Moralia 34,12). Aplicándola a la Virgen decía San Bernardo y cito: «En el sol hay color y esplendor estables; en la luna sólo resplandor completamente incierto y mutable, pues nunca permanece en el mismo estado. Con razón, pues, María se presenta vestida de sol, ya que ella penetró el profundo abismo de la sabiduría divina más allá de cuanto pudiera creerse» (Dominica infra octavam Assumptionis 3).”
  2. Que este ataque del dragón se dé en el cielo, significa que el nacimiento de Cristo y la impotencia del diablo frente a Él, era algo predeterminado por Dios desde la eternidad. La figura de la Mujer es caracterizada con rasgos que son aplicables a Israel, a la Santísima Virgen y a la Iglesia. Pero el texto sagrado del Apocalipsis deja abierto el camino para ver en la mujer directamente a la Santísima Virgen, cuya maternidad conllevaría el dolor del Calvario (lo leímos en Lucas 2,35) y había sido profetizada como una «señal» en Isaias y lo leímos en Isaías 7,14.
  3. Leímos que la mujer huye al desierto a un lugar preparado por Dios y esto significa, que la Virgen María sigue teniendo la protección de Dios. ¿Se recuerdan cuando el Angel le dijo que el poder del altisímo la cubrirá con su sombra”? Pues bien, llegado su momento de partir de este mundo, aparece ella en el cielo bajo la entera protección de Dios. Es por esto que la Iglesia define el Dogma de la Asunción de María al cielo, ya que ella no puede sufrir la corrupción porque que esta libre de pecado desde su concepción. Por cierto, les recuerdo que ese es otro Dogma de la Iglesia y es la Inmaculada Concepción.

Continuamos este fascinante tema, lleno de simbologías que gracias al Magisterio de la Iglesia podemos comprender, y entramos en la ultima parte leyendo en el mismo capítulo 12 pero ahora el versículo 13 en adelante. Leemos

“Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón. Pero se le dieron a la mujer las dos alas del águila grande para que volara al desierto, a su lugar, donde es alimentada durante un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, lejos de la serpiente.

Entonces la serpiente arrojó de su boca como un río de agua tras la mujer, para arrastrarla con la corriente. Pero la tierra ayudó a la mujer: abrió la tierra su boca y absorbió el río que el dragón había echado de su boca.

El dragón se enfureció contra la mujer y se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a aquellos que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús. Y se detuvo sobre la arena del mar.”

Repetimos nuestro acostumbrado proceso de analizar el texto, pero por su enorme profundidad, solo hablaré de los 2 mas resaltantes.

  1. El ataque de la serpiente se contempla ahora desde la situación de la Iglesia que sufre. La mujer que da a luz un hijo varón es imagen de la Madre del Mesías, la Virgen María, y de la Iglesia que, «cumpliendo fielmente la voluntad del Padre, también ella es constituida Madre por la palabra de Dios fielmente recibida» (Conc. Vaticano II, Lumen gentium, n. 64). Mediante la Iglesia los cristianos se incorporan a Cristo, contribuyendo al crecimiento de su Cuerpo (cfr nota a Ef 4,13). En este sentido puede decirse que la Iglesia es la Mujer que engendra a Cristo.”
  2. La lucha que soporta la Iglesia contra los poderes del mal viene aquí descrita con representaciones del éxodo, ya que también aquél fue el momento de máximo peligro para el pueblo de Israel. Dios lo llevó entonces por el desierto «en alas de águila», eso lo leemos en (Éxodo 19,4), es decir, de forma extraordinaria, superior a las posibilidades humanas. Cuando el profeta Isaías anuncia la liberación del cautiverio en Babilonia, también dice que subirán con alas de águila (cfr Is 40,31). La Iglesia, a lo largo de la historia, goza de esa misma protección divina para vivir la unión con su Señor representada por el desierto.

Concluimos esta serie de encuentros sobre la Virgen María donde vemos la importancia y la participación de María en la Iglesia, sus características y su continua acción, siendo intercesora por excelencia de nosotros con Jesús.

Finalizo citando un texto del Concilio Vaticano II:

“Mientras la Iglesia peregrine en la tierra «la Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo» (Conc. Vaticano II, Lumen gentium, n. 68).”

Nos vemos en el próximo encuentro con otro emocionante tema.

Ave María Santísima, sin pecado concebida.

Alabado sea Jesucristo.

Cita

Objetivo

Etapa de María Triunfante en el Cielo

Apocalipsis 12, 1 –18

María, mujer que cumple la esperanza y el motivo de ser de Israel

Apocalipsis 11,19

El Arca de la Alianza vista en el Cielo

Conclusiones finales

Apocalipsis 12,1: Se describe la visión de Juan de los símbolos: El Arca (bañada enteramente de oro), el mana (…yo soy el pan vivo bajado del cielo… Jn 6,36, donde se guardó ese mana y quien lo llevaba?), lc 11,27 “..dichoso el vientre que te llevo..” es prefigura del Arca en María, la vara de Aaron (simboliza el poder dado por Dios, mt 28,18 “..todo poder se me ha dado en el cielo y la tierra..”), las tablas de la ley que simbolizan la palabra de Dios en Jesús, jn 1,2 y el 14 “.La Palabra hecha carne y habito entre nosotros..” ¿Y dónde?, en el vientre de María.

        

Descargar Pdf Tema IV: María en la Iglesia (3ra parte)

Guillermo Salgado, Catequista

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