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Parroquia "San José de Chacao"
Página Web Oficial del Complejo Parroquial "San José de Chacao" – Arquidiócesis de Caracas
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Pbro. Reinaldo Gámez
Felices Pascuas de Resurrección a todos!!!
Con la celebración de la Vigilia Pascual, hemos cerrado gozosamente el Santo Triduo Pascual, y hemos entrado en el Tiempo Litúrgico de la Pascua, tiempo caracterizado por la la alegría de la Resurrección de Cristo. Los rasgos más significativos con los cuales entramos en este Tiempo nos lo presenta la misma Vigilia. Veamos algunos.
El primer rasgo significativo ha sido expresado en la vigilia en sí. El creyente camina de la oscuridad de la noche hacia la luz de la vida que es Cristo. Luego de la muerte de Cristo ha quedado un vacío amargo en la humanidad. Es el mismo vacío que experimentamos cuando Él no está en nuestras vidas.
Por ello es tan significativo que en medio de la noche, cuando todo está oscuro -porque Cristo no está- que emerja la Luz; y no hablamos de cualquier luz, nos referimos a Cristo mismo, Luz que ilumina el mundo. Ha sido este el segundo y significativo rasgo, presentado por la solemne entrada del Cirio Pascual, el que pone de relevancia la importancia para el discípulo de no sólo iluminar el mundo, sino también -como el mismo Cristo, y como lo representa el Cirio-, desgastarse y consumirse iluminando el mundo. Desde el momento que que el cristiano fue iluminando con la gracia del Bautismo, su vida ha de ser un consumirse iluminando todas las realidades que tienden oscurecer nuestro mundo y nuestras familias.
Junto al Cirio encendido, hemos proclamado el «Pregón Pascual» que, junto con el anuncio de la resurrección del Señor ha proclamado su victoria sobre la muerte y el pecado, no porque ya no les experimentemos más, sino porque ya no tienen poder. Ni la muerte, ni el pecado, ni el demonio, son realidades ahora con poder.
Otro rasgo significativo ha sido la Bendición del agua. El agua comporta uno de los símbolos más ricos de nuestra liturgia. Al ser limpieza de nuestros pecados, fecundidad y vida, nos permite celebrar el perdón de Dios y la vida divina que se renueva y que por el mismo bautismo llevamos impresa en nuestro ser.
Toda esta simbología ha sido iluminada por la Palabra de Dios que, habiendo hecho un recorrido por toda la Historia de nuestra Salvación, ha puesto de manifiesto una vez más que Dios es Amor. Este amor sin límites y que le hemos contemplado llegar hasta el extremo, nos conduce a considerar el significado de la palabra «encuentro».
Celebrar la Resurrección del Señor no consiste por tanto en recordar el cadáver de Jesús sin más. El sepulcro vacío nos muestra ahora a un Jesús para siempre «Viviente» en quien la muerte ya no tiene poder sobre Él. El Espíritu le ha resucitado porque es más fuerte que la muerte. Por ello, junto con el Resucitado, celebramos el triunfo de Dios; el triunfo de la Vida.
Nos queda ahora dejarnos «encontrar» por el que está Vivo para siempre y salir al encuentro de los hermanos que se han «cerrado» -por las causas que fuera- a este maravilloso encuentro.
Que Señor Resucitado nos bendiga a todos…
Jesucristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado, felices pascuas de resurreccion