DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO (B)

SOMOS BUSCADORES DE LA VERDAD

Las lecturas de hoy nos dan luces acerca de lo que somos y da sentido a nuestras vidas. En primer lugar Juan el Bautista fija la mirada en Jesús que pasaba. Para ello hay que estar atento, por tanto, el Evangelio nos invita a estar atentos del paso de Jesús en nuestras vidas, atentos a lo noble, bello y justo que siempre tenemos a nuestro alrededor y que a veces no logramos percibir.

Luego, los discípulos “oyen decir” al bautista: “Éste es el Cordero de Dios” y ellos “van y  a seguirle». El Maestro muestra interés en la búsqueda de los discípulos, “se voltea” y pregunta: “¿Qué buscan?” Con esta pregunta Jesús entra en el mundo de sus deseos, angustias, tristezas, esperanzas y alegrías. Allí Jesús muestra el deseo a dar respuesta a quienes buscan sentido  en sus vidas. La pregunta de Jesús invita a los discípulos a reflexionar sobre el sentido de su búsqueda. ¿Dejamos nosotros que Jesús entre en nuestras inquietudes para encontrar en Él respuesta?

Pero para dejar entrar a Jesús, parece que tenemos que tener una actitud de búsqueda. Solo busca el que quiere conocer, y cuando nos mantenemos buscando damos rienda a lo que Dios ha hecho de nosotros, porque Dios ha puesto en el corazón humano el deseo a conocer la verdad, a buscar la belleza, la armonía, lo que da paz. El que busca mantiene una actitud de atención y esperanza; siempre espera que lo que acontece sea mejor. Por ello hoy Jesús nos invita a renovar la virtud de la esperanza, manteniéndonos en la búsqueda de la novedad, de los pequeños detalles que dan sentido a nuestra vida, como el disfrutar lo que tenemos por ser dones de Dios.

Volviendo con el texto evangélico, los dos discípulos ante la interrogante de Jesús responden de una manera tal vez inesperada para el lector: “Maestro ¿dónde vives?”, como si la búsqueda consistiera en encontrar a alguien, permanecer con Aquél que creen puede dar respuesta a sus búsquedas. De esta manera, los discípulos desean la compañía personal de Cristo, el vivir como vive Él. ¿Deseamos nosotros vivir como Jesús y con Él? Esto nos lleva a tener una vida en plenitud más allá del lugar físico; se trata más bien de saber cómo permanecer unidos al Maestro para que en esa intimidad se encuentre dirección, propósito, consuelo, alegría y respuestas.

La invitación del Evangelio de hoy lleva a ponerse en camino, incluso levantándose de la comodidad como lo hizo Samuel por el deseo de buscar el sentido de su vida; porque la pedagogía de Jesús es seguir para poder ver; ello consiste en creer y seguir creyendo a lo largo del camino; hasta encontrar una plenitud que nos lleva a presentar a otros eso que nos hace felices, así como el apóstol Andrés lo hizo con Pedro; porque la humanidad busca de muchas maneras a Dios, tiene hambre de Salvación, anhela la verdadera felicitad que nosotros los cristianos la hemos encontrado en Cristo.

Dado que somos buscadores de la verdad que es Cristo, mientras nos mantengamos buscando siempre encontraremos oportunidades incluso donde solo hay problemas, porque la Luz de Jesús que nos ilumina nos permite saborear de la belleza de la vida que incluso da sentido al sufrimiento.

Diác. Thomas Chacón