DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO, Ciclo B

¿Quién es Jesús?

Pbro Thomas Chacón 

Hoy, las lecturas nos invitan a reflexionar sobre nuestra fe y nuestro seguimiento a Jesús.

Marcos 8, 27-35 nos muestra a Jesús preguntando a sus discípulos quién creen que Él es. Sus respuestas son variadas, pero Pedro acierta por impulso del Espíritu: Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios. Pero esta revelación viene acompañada de una advertencia: seguirlo implica «caminar siempre en su presencia» como dice el salmo; ello implica no detenerse en el camino ante ninguna adversidad, lo que requiere negarse a uno mismo, tomar la cruz y encontrar la vida.

Isaías 50, 5-9a nos presenta a un siervo sufriente, ejemplo de «caminar siempre en la presencia del Señor», por estar dispuesto a no detenerse ante ninguna ofensa, porque el virtuoso nunca se siente ofendido. Este siervo es una figura profética que apunta a Jesús. Él, como el siervo sufriente, no detuvo su camino ante el dolor ni ante la humillación, sino que los aceptó con valentía para no perder el camino de la vida.

Santiago 2, 14-18 nos advierte sobre la fe sin obras. «Caminar en la presencia del Señor» siempre genera una fe auténtica que se manifiesta en acciones concretas de amor al prójimo. La fe que no se traduce en obras es una fe muerta, una fe que no «camina», una fe que no sabe responder acerca de quién es Jesús.

¿Qué significa esto para nosotros hoy?

•  Reconocer a Jesús: Al igual que los discípulos, somos llamados a profundizar en nuestra fe y a reconocer a Jesús como el Mesías.
•  Seguir a Jesús: Seguir a Jesús implica un camino de abundancia que como todo requiere  renuncia y entrega. La vida no es fácil, pero es Jesús es el camino que nos lleva a la verdadera vida y la hace menos difícil.
•  Vivir la fe: Nuestra fe debe manifestarse en nuestras acciones. No podemos decir que amamos a Dios si no amamos a nuestro prójimo.

Reflexiona:

•  ¿Cómo respondes a la pregunta de Jesús: «Quién dicen ustedes que soy yo»?
•  ¿Estás dispuesto a tomar tu cruz y seguir a Jesús?
•  ¿Cómo vives tu fe en el día a día?

Que esta Palabra de Dios nos inspire a crecer en nuestra fe y a vivirla con autenticidad. Que seamos discípulos misioneros, llevando la Buena Nueva a todos los rincones del mundo.

¡Amén!