DOMINGO IV DE ADVIENTO

El encuentro de dos madres

 

Lucas nos presenta un encuentro lleno de gracia: María, la joven prometida, visita a su prima Isabel, una mujer anciana y embarazada. Este encuentro no es solo un acto de cortesía, sino un momento de profunda conexión espiritual.

María, movida por el Espíritu Santo, se apresura a visitar a Isabel. Su fe la impulsa a compartir su alegría y a fortalecer la de su prima. Este pasaje nos invita a:

 * Ser instrumentos de paz: Al igual que María, podemos llevar la alegría del Evangelio a quienes nos rodean.

 * Fortalecer nuestra fe: La fe de María se hizo más fuerte al compartirla con Isabel. La comunidad cristiana nos nutre y nos ayuda a crecer en nuestra relación con Dios.

 * Celebrar la vida: El encuentro entre María e Isabel es una celebración de la vida, de la esperanza y del amor de Dios.

El escritor sagrado nos regala en este pasaje de la biblia un canto a la maternidad

Isabel, llena del Espíritu Santo, exclama: «¡Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre!». Este canto a la maternidad resuena a través de los siglos y nos invita a valorar:

 * El don de la vida: Cada niño es un regalo de Dios.

 * La importancia de las madres: Las madres son pilares fundamentales de la sociedad.

 * La fuerza de la fe: La fe nos ayuda a enfrentar los desafíos de la maternidad y la vida.

En este encuentro, vemos la belleza de la solidaridad, la importancia de la fe y el poder transformador del amor. Que este pasaje nos inspire a ser como María e Isabel: mujeres de fe, llenas de amor y dispuestas a servir a los demás.

Dios es bueno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *